Hace poco mi hermano mayor me habló sobre los "quiebres", y entendí que son esas acciones de algunas personas que tú jamás esperaste, como cuando de chico te caes y el niño que es más molesto contigo te ayuda a parar; o cuando vez que a quien considerabas más avaro y egoísta, da algo sin nada a cambio.
Esos son los quiebres. Son acciones tan importantes que generan un cambio en el punto de vista que tú tienes de esa persona, cuando suena un click! en tú cabeza y te das cuenta de lo equivocado que estabas.
Ahora, existen otros quiebres, en todo hay quiebres.
En el amor, sientes un quiebre cuando la persona que te hace más feliz, con una sola palabra te hace sentir la más desdichada, y lo malo del amor, es que al ser un sentimiento, también sientes un quiebre físico en tu corazón, sientes un dolor profundo y silencioso, mientras la grieta se genera de a poco.
Los quiebres del amor son más terribles, claro, porque entiendes que desde ese momento, las cosas jamás serán igual.

En esa conversación con mi hermano, también me dijo lo siguiente:
- Hay muchas alegrías esperándonos, yo te lo demostraré... Así que mientras, cuídate 
- Me alegra saberlo - le contesté - espero estar haciendo las cosas bien.
- Yo he visto esa alegría, y te la mostraré, enserio - a lo que riendo contesté.
- Esperaré por ella entonces
- Sí - me dijo - Pero mientras ríe, y si quien te rodea no ríe, aléjate. Porque cada quién hace su destino, y el tuyo es ser feliz... - escuchar esto de mi hermano, obviamente me emocionó, y entre lágrimas le dije.
- La felicidad es lo que busco, y espero estar armando bien mi destino...
- Hermana, la risa es símbolo de alegría... si lloras, aléjate. Así de simple...

<Así de simple> No es simple. No para mí. Que lloro con casi todo, todo el tiempo. Si me dejara llevar por eso, entonces tendría que re-armarme completamente.
Obviamente, en parte, tiene razón.
Está "simple" conversación, causo más dudas de las que había logrado disipar en este tiempo.

Yo no río demasiado. Sí río, pero más lloro. Y hago llorar a los demás.
No creo que este armando bien mi destino.
Incluso puedo no ser la persona indicada para quien más amo.
Si lo hago llorar más de lo que ríe, debería decirle, con sinceridad, que se aleje de mi.
Quizás eso sea lo mejor, así su destino estará libre de la pena que cargo y contagio a todo el mundo.

<Así de simple>

Alejarse, definitivamente es un quiebre. Si quiero alejarme así de simple, tendría que desaparecer del mapa por un buen tiempo.
Eso no es simple.

Pero es tentador. Desaparecer, perderme, renovarme. Olvidar y hacer que me olviden. No he sido muy importante para nadie. Casi todos están cansados de mi.

< Hermana, la risa es símbolo de alegría, si lloras, aléjate. Así de simple>

Podría generar el mayor quiebre de mi vida. De hecho esa conversación ya fue en sí, un quiebre. Siendo muy crítica, sí debería alejarme, porque hago llorar a todo quien me conoce.
No son <ustedes/ellos> los que se tengan que alejarse de mi.

Yo tengo que irme.