Hoy leí a alguien que decía que Dios le quedó chico hace rato...
Y pensé ¿dónde esta Dios para mi?
Podría quizás decir todo lo contrario, a pesar de los pesares de mi vida, porque mi familia y yo siempre hemos sido cercanos a la muerte, mientras en otros parece tan lejana.
Aunqué sí, hasta el momento, todos nos hemos salvado.
¿Debería darle gracias a ese Dios en que queremos creer?

Quizás sí.

Cuando entré a confirmación, me sentía tan perdida. Yo quería tanto creer en algo. Quería tanto creer que alguien al menos me escuchaba. Me esforcé. Y nunca pasó nada.

Pero cuando he necesitado el abrigo de unos brazos ajenos que te quieren, siempre he recuerrido a mi ángel de la guarda. Para que mi luz no se pierda. Para reencontrarme en el camino.

Los celtas dirían que es un hada, un druida, un troll quizás.

Yo sólo sé que siento su calor cuando estoy dormida.