Es increíble la presión social que ejercen hoy en mi vida las redes sociales. Recuerdo una yo bastante más pequeña a la que escribe esto, pero mucho más madura en algunos sentidos. En otros, simplemente iba a la deriva.
De alguna forma, esa yo de 16 años era muy feliz siendo Camila. Ella sabía quién era Camila. Y aunque tenía días grises -como todos- no amargaban su cara ni su día, porque ella era Camila. Y ella vivía para ser feliz y causar felicidad. Vivía y vibraba con tanta energía. Poderosa. Brillante. Genial.
Si quería evadir mi realidad, escribía. Escribía o soñaba despierta mil historias de amor muy mal redactadas y pensadas (época de Crepúsculo...sí), pero que me hacían infinitamente feliz.
Evadir era un talento.
Me vestía todos los días cuidadosamente conservando mi personalidad, que se podía notar en mi mochila de calavera, o mi bolso con el parche de los rolling stones y las chapitas de Lisa Simpson y Yoshi de Mario Bross. Cada mañana arrugaba mis bucaneras laboriosamente y arreglaba el cuello de mi blusa para que se viera la corbata pero no me apretara.
Me peinaba y ondulaba el pelo, y elegía algún gorro especial en invierno.
Ahora todos los días parezco alguien diferente a la que le gustan cosas diferentes.
Antes no me importaba estar sola porque mi futuro era MUY prometedor. Así que siempre tenía algo que hacer. Estudiar. Leer. Ver una película. Escribir mis historias. Imaginar un mundo mejor. Estudiar. Leer. Enamorarme. Desenamorarme. Reirme de la vida con mis amigas.
Ahora tengo muy pocas amigas. La soledad me deprime infinitamente. No puedo leer ni ver las historias que escribí y me siento infinitamente aburrida. Me falta un yo que diga abiertamente que algo no le gusta. Me siento tan sola que desdibujé mis barreras para caer bien. Antes me daba igual caer mal.
Así es como vuelvo a Instagram. Porqué sí. Uno sólo ve vidas MUY perfectas. Y yo quiero esa vida. Y esa otra. Y otra. Y así estamos la mayoría, en vez de vivir la vida propia.
No quiero sentir que me desvanezco y soy cualquier persona.
Quiero sentir que soy yo. La chica con límitez y chistes. Con mil referencias a películas. Con miradas apasionadas. Rebosante de sentimientos. Con ganas de bailar siempre.
NO QUIERO SEGUIR DEPRIMIDAAAÁAAAAAAAAAAA