El re-encuentro
viernes, enero 24, 2014Que manera de despertar del ensueño mágico de la vida, caer de golpe, al duro suelo pavimentado ¿En qué estaba pensando? ¿Quedarme encerrada en cuatro paredes, por siempre? ¿Pasar cada día, como una vagabunda dependiente, a buscar alimento?¿ Desperdiciar el tiempo, en instantes vacíos, en lágrimas desagradables?
No. No más. Hay que buscar una cura a ese mal. Debo sanar.
Un viaje fuera de las letras de un libro, es suficiente. Mi cuello está cansado de estar tan doblado para poder leer unas cuantas letras. Mi ojos, y mente, odian aquel aparato que llevo a todos lados, esperando ¿un mensaje, una llamada? Debilidad, eso es, eso no será más.
Es gratificante despertar con una revelación: Importas o no, fácil. El mund
No es felicidad vivir la vida dependiendo de la gratitud de otra persona, por eso debo encontrar el significado real de tal dependencia, es importante para mi, pero tampoco quiere perderme de mi misma entre la mezcla de pensamiento e intuición, no sentimientos, porque aquí hay que pensar con la cabeza fría.
Yo estaba tan feliz. Había comenzado a quererme, a valorarme, a ser feliz con lo que era... y apareció esto, repentino, duradero sí, pero inestable, que me hace sentir como una vil polilla apastable, o como la Diosa Atenea en dos segundos.
Debo reencontrarme, y para eso, necesito desconectarme de este mundo.
0 comentarios