Amour

viernes, octubre 18, 2013

- Me gusta tu piel - dije al pasar las yemas de mis dedos por su torso desnudo.


Me gusta observarlo hasta que se duerme, pensando que yo me dormí, la verdad es que, a veces cierro los ojos para descansar, pero mis cuatro sentidos restantes tienen toda su atención puesta en él; si me mira, lo sé; si sonríe, lo sé; si pestañea, lo sé. 

Puedo sentir como varia el aire a su alrededor cada vez que hace algo, o como se eriza mi piel cuando cruza por su mente el deseo de besarme, ¿ esto es amar? ¿Sentir, con alegría, algo que no sabes cómo ni por qué puedes apreciar?

- Me gustas tú - respondió él, sin hacer nada más que mirarme.

El amor no existe como tal, encierra demasiado como para ser una sola cosa escrita con cuatro letras; amar es demasiado para alguien que no sé quiere a sí mismo, y si he logrado amarlo, ¿significa que aprendí a quererme?

Cerré los ojos. Cerré los ojos y él comenzó a acariciar mi cabello, con suavidad, y dulzura. 
Amar es poder entregar tu ternura sin premura, ni temor, es poder demostrar, a través de una sola mirada, todo lo que acongoja a tú alma, sin temer en lo que la otra persona hará con ello. Amar, es sacar todas las amarras y volver a ser un salvaje prehistórico al momento de amar físicamente, con garras, con pasión, dejar que el miedo te abandone, y embargarte de una sensación de confianza plena.

Eso es amor.

- Amor somos nosotros - susurré.

Abrí los ojos. Y ahí estaba él, sin sonreír, pero sonriendo; sin decirlo, pero acongojado, no de pena, de felicidad, y yo sonreí, y él sonrió, y acarició mi cara como si fuera porcelana, y dijo "Sí, nosotros somos amor".

You Might Also Like

0 comentarios

Popular Posts

Like us on Facebook

Flickr Images