Han sido días difíciles para ser feliz.
Me pregunto qué estoy haciendo tan mal y sé la respuesta inmediatamente: muchas cosas.

Cuando leo gente que motiva a cuidarse uno mismo y nuestras energías, de verdad me pregunto ¿Cómo lo hacen? Me pregunto si tienen buen@s amig@s, una familia que les ama y qué tipo de infancia tuvieron.

Es verdad, yo fui una niña y soy ahora una mujer con muchos privilegios económicos. No tuve que pasar frío ni buscar un nuevo lugar para vivir. Pero mis vacíos emocionales son gigantes.

Con una mamá que siempre estaba en casa, cuando estuve de kinder hasta 5to básico pase horas y horas esperando que alguien fuera a retirarme al colegio. Las primeras veces lloraba mientras pasaba el tiempo y mis compañeros de la jornada tarde empezaban a irse sin que aún vinieran por mi. 

Los furgones se iban, los niños se iban y yo quedaba sola esperando sentada en las baldosas que me recordaran... Siempre tuve el primer lugar para hacerme notar en mi familia. Trataba de ser perfecta. Y nunca entendí que hacía mal para que me pudiesen olvidar.
He estado pensando mucho en eso, y me di cuenta que de ahí viene mi miedo más profundo: no ser importante, dar mi mejor esfuerzo y aún así ser olvidada.

De esta forma, mi sensación constante a pesar de mi edad, es que cuando pasen ciertas cosas, cuando alguien discute conmigo o se va, es que me va a olvidar. No importa todo lo bueno que pude hacer. No soy importante.

Y cargar con eso es un daño enorme. Cada día, pido muchas veces disculpas, y trato de agradar, aunque me cueste. Porque no quiero que me olviden. No quiero sentirme como en la escalera del colegio. Era una niña y las primeras veces fue terrible para mi. "Mamá, pensé que te había pasado algo", "Mamá estaba asustada, pensé que te habían atropellado", "Mamá tenía miedo por si nunca llegaban", "Mamá, intenté irme sola, pero tenía miedo"... Pensé que era una molestía la mitad de mi vida conciente. Y aún hoy, en mis relaciones de amistad o pareja, lo sigo pensando. 

Soy molestosa por hablar tanto. Por preguntar tanto. Por callarme tanto. "Lo siento", "lo siento", "lo siento". Y agradecida con aquellos que soportan mi inseguridad, mi sentimiento de molestia. "Gracias", "gracias", "gracias". Gracias por estar. Gracias por no irte.

A veces leo cosas que me hacen sentir muy bien. Que me motivan, pero mis caídas son tan profundas y abruptas. La cosa es ¿cómo superar ese dolor del pasado? Siento que no puedo sola con esa herida, lo intentado tanto. No quiero sentirme una moletía para nadie, no quiero sentir que pongo a la gente tensa con mi presencia. Quiero sentirme bien. Capaz. Linda. Inteligente. Agradable. Simpática. 

No me siento así.

Siento que he sido una persona horrible.