Sigo el hilo del sol por tu piel a medio dormir,
por tu brazo, estirado hasta tu hombro, llego a tu rostro.
Yo apenas estoy abriendo mis ojos.
Los tuyos ya me contemplan, directamente.
Tu sonrisa medio ladeada,
mirándome, deborándome dulcemente.

Me siento como si siguiera soñando,
estás a mi lado, como en ningún día ni noche.
Me siento suspendida en el cielo.
Mientras me siento tan segura,
como si el tiempo se hubiese detenido.

Te miro. Cierro mis ojos. Sonrío
"Es un sueño", pienso.
Y los abro otra vez,
tú mirándome, en la misma posición.
No puedo evitar sonreír,
es tan placentero este instante.

Tengo nostalgia del ayer.
De los días en que tu presencia ardía en mi pecho a pesar de los días y las horas lejos.
Tengo nostalgia del ayer.
Ya nisiquera me alcanza tu presencia en mi cuerpo, ni en mi alma, para tenerte unos días.
¿Esto es estar juntos?
¿Extrañar constantemente. Y verte tan lejano que cada nuevo día tenga que esforzarme en tus detalles para no volver a olvidarnos?

¿Esto es estar junto a alguien ?
¿Decir amar pero en acciones, sentirse mejor estando solo?

Que agotador es.
Mi corazón ya no palpita como antes.
Ni se queda en silencio tampoco.
Parece enfermo de no entender nada.
Y de amar sin saber si ama.

Que la tristeza no invada todos tus recuerdos.
Los felices y tiernos.
Los que emanan alegría.

Que la felicidad no arruine, todos tus recuerdos.
Sin dolor no hay alegría
Sin llanto no hay sonrisa.

No manipules el presente
Inventando historias para aceptar lo que ves
Es presente solo es uno
Y el pasado ya fue

Vive sin preguntarte muchas cosas
Vive esperando que la energía
Te devuelva noche y día
Sólo amor

Ayer mientras miraba la oantalla esperando lograr hacer algo, me hablo una nueva amiga. No la tengo hace mucho tiempo, pero creo que me ha ayudado.
Le conté que subí de peso.
Le conté que estoy tan nerviosa que llevo cuatro días con náuseas.
Le conté que vi fallecer a una joven el domingo. Y no podía quitarme de la cabeza el momento en que le notificaron a su familia... la forma en que lloraban.
Le conté que mi abuela, entre lágrimas me pidió que la perdonara.
Le conté que otra vez no puedo dormir en las noches.
Que me cancelaron una entrevista diciendo que escribía mal.
Le conté que dos días me hundí tan profundo.

"No puedo perdonarme", le dije.

Y me preguntó, por qué, si no todos somos perfectos.
Y me recordó cuando el me dijo una parte de la letra de oasis.
¿Cómo voy a perdonarme, si nunca me enseñaron a hacerlo?

Mientras mi casa se cae a pedazos por gritos. Mientras mi mamá llora de alegría porque no tiene cáncer. Mientras mis abuelas se mueren. Mientras trato de hacer lo que se supone que debo hacer. Me pregunto cuál podría ser mi misión en esta vida.

Trato de aferrarme al poco optimismo que me queda. A pensar que de todo lo malo nace algo bueno. Pero estoy cansada de pasar medio tiempo de mi vida en hospitales y funerales. De estar siempre enferma de algo. De no podermela y hacer como que me la puedo.

Volvi a encerrarme en los baños de la U. Volvi a perder el apetito porque todo me da ganas de vomitar. Volví a caer, tan profundo, en aquello que por tanto tiempo he tratado de salir.

No he logrado nada.
¿Cómo logro perdonarme ?

(3)
Puedes querer el alba
cuando ames,
Puedes
venir a reclamarte como eras.

He conservado intacto tu paisaje.
Lo dejaré en tus manos
cuando éstas lleguen, como siempre,
anunciándote.

Puedes
venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú.

Aunque mi voz te espere
sola en su azar
quemando
y tu sueño sea eso y mucho más.

Puedes amar el alba
cuando quieras.
Mi soledad ha aprendido a ostentarte.

Esta noche, otra noche
tú estarás
y volverá a gemir el tiempo giratorio
y los labios dirán
esta paz ahora, esta paz ahora.

Ahora puede venir a reclamarte,
penetrar en tus sábanas de alegre angustia,
reconocer tu tibio corazón sin excusas,
los cuadros persuadidos,
saberte aquí.

Habrá para vivir cualquier huida
y el momento de la espuma y el sol
que aquí permanecieron.

Habrá para aprender otra piedad
y el momento del suelo y el amor
que aquí permanecieron.

Esta noche, otra noche,
tú estarás,
tibia estarás al alcance de mis ojos,
lejos ya de la ausencia que no nos pertenece.

He conservado intacto tu paisaje
pero no sé hasta dónde está intacto sin ti,
sin que tu le prometas horizontes de niebla,
sin que tú le reclames su ventana de arena.

Puedes querer el alba cuando ames.
Debes venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no sea tú,
aunque contigo traigas
dolor y otros milagros.

Aunque seas otro rostro
de tu cielo hacia mi.

Volvi a escribir "novelas". Sí, estoy desde el celular, y aunque suene extraño, ninguna tendinitis es capaz de frenarme cuando escribo con amor para mis seguidores italianos...

Clara.-

Clara miraba de reojo al mesero que se paseaba una y otra vez entre las mesas, mientras seguía esperando por mas de una hora a un novio que nunca llegaba.
Sus lentes de sol invadían sus ojos miel que estaban tan pequeños como el pasto recién cortado. No había dormido en días y no creía poder hacerlo ahora.
Su abuela, quien la crió a base de sus padres trabajadores, llevaba una semana sepultada. Pero su alma aun no encontraba consuelo.
No entendia qué había pasado.
A sus 28 años, se creía una mujer independiente. Acostumbrada al trabajo y el esfuerzo creía ciegamente en los sacrifios y en "jamás rendirse". La mayoría la celebraba. Sin embargo, su abuela insistía en que era insensible, y  "desaprovechaba su vida".
Clara hacía como que no escuchaba, pdro calaba hondo en su corazón moribundo.
Llevaba años emparejada a su novio de la universidad. Y tan segura de que lo amaba, estaba segura de que ya no. Y tan segura de que era exitosa y feliz, era segura de su infelicidad temprana.
No se quejaba. Pero eso no significa que no le doliera.
- Hola! No quieres entrar ? Hace calor aquí afuera...
Clara levantó el rostro para observar al susodicho que la miraba inocentemente desde arriba.
- No me digas. Llevo una hora sentada aquí - respondió seca.
El joven se sentó en la otra silla y puso su mano sobre la de ella.
- Sabes como es el trabajo.
Y sí que lo sabía.
- ¿Qué tenías que decirme? - Preguntó él inquieto.
Ella, impasible miró su baso de agua. Se acomodo los lentes de sol. Miro sus ojos. ¿Cómo era posible? Esa hora sentada... Todos esos años en el mismo lugar.
- Espero que al fin tengas todo el tiempo que necesitas para ti - suspiro - Yo no soy a quien amas. Y yo no te amo a ti. Ya no.
Silencio.

El último lazo fuerte con esa ciudad estaba cortado.
En realidad hace años que lo estaba. Pero ahora era oficial.
Cuando su abuela murió, todo el peso muerto que cargaba sobre sus hombros la aplastó. Tanto que tuvo que buscar la forma de liberarse.
Pero antes de liberarse, tuvo que encontrarse primero.
Y aunque había sido duro. Se había encontrado.
Su corazón ya no latía lento. Era fuego que pretendía recuperarse e iba a quemarlo todo.

Deseo que la felicidad toque tu puerta.
Mientras descansas en agonía.
Que puedas mirar a los ojos,
aquello que te dará vida.

Deseo que entiendas todo el daño,
que hecho está sin remedio.
Para que puedas cerrar el ciclo,
Y empezar desde cero.

Deseo que tu sonrisa crezca,
como un sauce,
y que en verano puedas recostarte,
bajo ese hermoso frescor.

Deseo que tus días san hermosos,
maravillosos y cálidos.
Que tengas esa mirada que irradia felicidad,
mientras caminas por el mundo.

Deseo que tu corazón se cure,
se encuentre y deje de perderse,
entre mi densa niebla y
cálidos días.

Deseo tu felicidad eterna,
que te des cuenta
de que mereces todo,
pero ya no estoy en tu camino.

latente,
como un grito en silencio,
miro y busco y nada encuentro

perdida,
¿no hay salida?
busco y busco y más me pierdo

en mi mirada
un reflejo
aquí no queda nada

busco y busco
miro y miro
más me pierdo

en mi
adentro
alguien grita fuerte

¿quién?
no lo entiendo
por que se queda dormida

en mi
dentro
se desespera

a una milla
de que por fin entienda
quien realmente
soy