Una chica de lluvia miraba apacible las estrellas
De día, sin osadía, cerraba sus ojos
Una chica de lluvia iluminada por el halo de la luna
De noche, perdida, sola y fría
La chica de lluvia sufria en la mañana
Cuando el sol se levantaba evaporando su vida
De noche, se sentía viva, pero sola y perdida
Mirando las estrellas sin ninguna compañía
La chica de lluvia se sentía vacía
Quería que el sol no quemara tanto y la acaricia de por vida
Aferrarse a unos brazos donde su cuerpo no se derramara
Donde su figura, traviesa, se adaptara a los brazos
Sin terminar siendo charco de lágrimas en el suelo
La chica de lluvia se perdía en la agonía
De la dicotomía de su cuerpo sensible y alma agresiva
Acurrucada en su tina ella dormia,
Tras llorar todo el día en su propia agua fría