Marchitada
jueves, octubre 20, 2016No sé cómo ni por qué,
sólo todo se echó a perder,
primero los días se hicieron más grises,
como los años en que lo quise;
Luego las horas se hicieron largas,
como esperar sentada el alta de su corazón,
cuando daba vuelta por los pasillos asustada.
También los pájaros se callaron,
como mi teléfono aún sin batería,
y de la nada, igual que hace mucho tiempo,
papá y yo nos gritamos desde lados contrarios de la mesa.
Todo iba bien,
los días azules,
el sol abrigador,
los besos sencillos.
Y todo se echó a perder,
quizá por los astros,
quizá porque heché mugre bajo la alfombra.
Todo se echó a perder.
El nuevo corte de pelo.
El rubor aumentó en mis mejillas.
El dolor de cabeza constante.
Y poco importó cuánto hablara y a quién,
al final, eso de "en las buenas y en las malas",
es solo un lindo sueño y creer.
Marchitada, sola & marchitada,
como hace tanto tiempo no lo estaba,
escondida en este teclado,
que al menos aún no ha fallado.
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