¿Pesadillas?
viernes, octubre 09, 2015
Hace una semana, jueves en la madrugada, soñé. Fue un sueño largo y raro como son los sueños, y me dio mucho miedo contarlo por lo que yo interpreté.
Estábamos juntos, en verano. Yo usaba un bikini (raro, como en un sueño), y tú llevabas traje de baño. Era un risco, muy alto, y abajo había una especie de piscina natural donde el agua del mar entraba sin olas. Transparente y profundo, como un agujero negro.
Suele asustarme el mar, desde niña. A veces me das paz, pero generalmente me asusta demasiado.
Recuerdo que era muy alto, y abajo había un roquerio, sin embargo, y como nunca he imaginado, me abrazaste fuerte, frente a frente con mi cara, y saltamos.
Saltamos al vacío, a las rocas, al profundo agujero de agua transparente y fría.
Y caímos con tanta velocidad, que nos sumergimos hasta lo más profundo, y nuestro pies tocaron el fondo. Me besaste, y yo solté todo el aire que tenía, sin notarlo, burbujas salieron de mi boca. Y cuando quisimos subir, yo vi el implacable muro de agua que teníamos sobre nosotros. Y tu nadabas, y me tenías de la mano para impulsarme, pero la verdad es que recuerdo que me ahogaba. Me estaba ahogando.
Algo pasó entonces, que te inclinaste sobre una roca sumergida, y salimos disparados a la superficie. Me salvaste, nos salvamos, pero mi corazón latía torpemente y mi respiración era agitada.
Tal como cuando desperté.
Anoche, una semana después de eso, mi sueño fue diferente:
Caminaba por la calle, mientras regresaba a casa. La luz era verdosa, pero no era muy tarde, y se escuchaba el ruido constante de conversaciones ajenas.
Entonces un sujeto se acercó, y me clavó un puñal en el estómago. Sólo alcancé a gritar tu nombre, no recuerdo quien llegó, pero yo ya estaba en el suelo, con un charco de sangre, y pude murmurar que ya estaba hecho. Mis ojos lloraban, y quien vino hasta a mi sólo pudo arrodillarse junto a mi, sin decir nada, y sin tocarme, acompañándome con su presencia hasta que me fui.
Y el dolor y soledad que sentí en ese momento, se sintió tan indescriptiblemente mal, que sólo pude despertar llorando.
Leí hoy, algo sobre la ley de atracción. Espero que esto no sea un mala jugada de mi mente.
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