No sé lo que significo para ti. Si soy un por siempre, si soy tu primer amor, tu alegría, o tu fuente de tristeza y dolor, de agonía, tu "no volverá a pasar".
No sé que significo para mi, los días pasados se vuelven demasiado raros. No le tengo miedo ni al presente ni al futuro, ya he pasado por tanto, que las cosas poco a poco pierden su efecto sorprendente en mi. Ya no lloro, ya no me frustro cuando alguien no me entiende, las lágrimas no caen, porque no las dejo caer. A pesar de la tormenta de emociones con la que lucho en ese instante, he aprendido, al fin, a separar el corazón del cerebro, y mi cerebro, ya no deja que me vean llorar. Ya no me dejará más verme como una niña indefensa.
A veces creo que necesito de todos para poder ser realmente feliz. Que todos estén bien, cada cual, con su respectiva familia; y sí, la mínima falta de felicidad en ellos, me abate como si la afligida fuese yo. Pero me di cuenta, que nunca he estado mejor, que cuando estoy sola, cuando no tengo que preocuparme de que hacer, con quien, a que hora despertar para poder salir.
Tiempo.
El infinito tiempo, tan finito a la hora de morir. Siempre he deseado morir de repente, sin aviso, improviso. Sí, aunque tengo muchos días felices en los que me imagino en un futuro mejor, la mayoría del tiempo, sé que ese futuro no será tanto mejor, y aunque deseo morir, estoy segura que Algo tiene un plan perfecto para mi, y a lo mejor, moriré a cambio de salvar muchas vidas.
Estoy cansada de encontrar hojas escritas por mi en los momentos más tristes, con un breve simulación del instante en que rompamos, del día en que mis papás fallezcan, del momento en que pierda la visión, del día en que mi abuelita se vaya.
No quiero seguir dandole a mi cabeza motivos bastante fuertes y razonables para dejar de existir. Lo peor de todo, es que sé cómo vencer eso, trabajarlo y sentirme mejor... Es que a veces, siento que ese esfuerzo no vale la pena, porque tantas veces lo he intentado, y mi actitud ha sido pisoteada por ajenos.
Sólo quiero ser yo, caminando por un parque, con un helado y una sonrisa en la cara.
Sólo quiero ser la niña feliz que fui.
No sé que significo para mi, los días pasados se vuelven demasiado raros. No le tengo miedo ni al presente ni al futuro, ya he pasado por tanto, que las cosas poco a poco pierden su efecto sorprendente en mi. Ya no lloro, ya no me frustro cuando alguien no me entiende, las lágrimas no caen, porque no las dejo caer. A pesar de la tormenta de emociones con la que lucho en ese instante, he aprendido, al fin, a separar el corazón del cerebro, y mi cerebro, ya no deja que me vean llorar. Ya no me dejará más verme como una niña indefensa.
A veces creo que necesito de todos para poder ser realmente feliz. Que todos estén bien, cada cual, con su respectiva familia; y sí, la mínima falta de felicidad en ellos, me abate como si la afligida fuese yo. Pero me di cuenta, que nunca he estado mejor, que cuando estoy sola, cuando no tengo que preocuparme de que hacer, con quien, a que hora despertar para poder salir.
Tiempo.
El infinito tiempo, tan finito a la hora de morir. Siempre he deseado morir de repente, sin aviso, improviso. Sí, aunque tengo muchos días felices en los que me imagino en un futuro mejor, la mayoría del tiempo, sé que ese futuro no será tanto mejor, y aunque deseo morir, estoy segura que Algo tiene un plan perfecto para mi, y a lo mejor, moriré a cambio de salvar muchas vidas.
Estoy cansada de encontrar hojas escritas por mi en los momentos más tristes, con un breve simulación del instante en que rompamos, del día en que mis papás fallezcan, del momento en que pierda la visión, del día en que mi abuelita se vaya.
No quiero seguir dandole a mi cabeza motivos bastante fuertes y razonables para dejar de existir. Lo peor de todo, es que sé cómo vencer eso, trabajarlo y sentirme mejor... Es que a veces, siento que ese esfuerzo no vale la pena, porque tantas veces lo he intentado, y mi actitud ha sido pisoteada por ajenos.
Sólo quiero ser yo, caminando por un parque, con un helado y una sonrisa en la cara.
Sólo quiero ser la niña feliz que fui.