Diario de Fer

martes, noviembre 12, 2013

Tengo un don especial para perder aquellas cosas que más quiero. Pasó con mi brazalete favorito, con mi abuela, mi mejor amigo de infancia, y ahora, contigo. Sé que aparte de ese don, tengo otros varios, que pueden ser tan buenos como malos, pero en fin, los tengo, y algo me dice que debería aprovecharlos.

Como dije antes, hoy me toca perderte a ti, y a pesar de la mala noticia que es para mi, me lo he tomado con humor, porque yo sabía, sentía, presentía y vislumbraba, que tarde o temprano me dejarías, o yo te dejaría a ti. 

Sé que en parte (una muy gran parte) es mi culpa. Odiabas que yo sacará el tema del "adiós", y yo lo seguí haciendo; te preguntaba diariamente cuánto me querías, a pesar de saber que me amabas; y mis cambios de ánimo constantes, drásticos y dramáticos, eran/son como para sacar de quicio a cualquiera. 

Si yo fuera tú, hubiese acabo conmigo hace tiempo.

Así que ¿cómo explicarte que no estoy llorando? Difícil de creer ¿no? Resulta que estoy mitad feliz, mitad enojada, con quién? Claro está que feliz por ti, sacaste de tu vida a una loca (yo); y enojada conmigo, por tomarme las cosas tan enserio/ tan a la ligera de un minuto a otro; por haberte dejado ir, no porque quisiera, si no, porque sabía que estar conmigo no era el mejor futuro para ti.

Eso significa que te sigo amando.

Ash. Pero no deja de asombrarme mi capacidad para llorar en momentos inoportunos, y para no llorar, en los que corresponde (como ahora) . Otra cosa, no lo publicaré en facebook, ni tumblr, ni ninguno de mis blogs, porque aunque fueran mitad broma/ enserio, no sé por qué si me conociste usando y sirviéndome de esas plataformas, te molestaba tanto que compartiera ciertas cosas por ahí. Nunca lo entendí, y no lo entendo. 

Hoy no tengo ganas de ridículo.

Así que no hablaré de lo mucho que me gustaban tus ojos marrones, tu cabello indomable, y tu piel blanca. No diré que odiaba tus respuestas tan faltas de sentido poético (como prácticamente todo lo que ronda mi cabeza); ni la forma en que hablabas de tu vida académica como algo irrelevante para ti, en lo que eras exitoso, porque simplemente lo eras; ni tampoco, las veces que me decías cosas, retándome o enseñándome según tú, a usar algo, que hace mucho tiempo yo ya sabía usar.

No diré nada de eso.

Pero sí podría recordar las caídas y subidas, de un amor bastante informal, en que tus padres solo me conocieron un poco, y los míos, mejor decir que nada. En que mis amigos, jamás se enteraron de tu existir (para que hablar de los tuyos), y en donde los sueños de un futuro, jamás llegaron.

Es bueno decir adiós... cuando es para siempre.

Como dije antes, a pesar del cansancio, no he llorado. Un día dijiste que tú no lo harías si pasamos por algo así (por esto), y yo pensé, ¿por qué debería hacerlo yo entonces? Y cuando dijiste eso, entendí que estabas aburrido de repetir constantemente que me amabas, de saludarme cada día en la mañana, de ser la última persona de la que te despidieras en la noche, y la única, con quien compartir tus tardes libres.

Tú eras/eres más mundo que solo yo.

Ahora, olvidarte... Buuu eso será más difícil, creo yo.

Atte: Fer
PD: Hoy estuvo nublado, quizás mañana, si hay sol, pueda pensar en volver.

You Might Also Like

0 comentarios

Popular Posts

Like us on Facebook

Flickr Images