Se supone, o suponía, que mi vida estaba cambiando, que poco a poco todo se volvía color rosa, que estaba madurando, aprendiendo a callar, a llorar y no hacerlo, mejorando en responder, mejorando en el actuar... Riendo de verdad, desde el alma, esa risa que te ilumina los ojos...
Pero aunque nada de eso se completó, si aprendí algo, nunca creer en lo que se supone que pasará, porque en un día, las puertas se cierran, las lágrimas solo caen, la risa no existe, el silencio es eterno y no hay respuestas...de nada.
Otra vez me toco la suerte, de no tener suerte, otra vez tendré que esforzarme para sonreír y dormir en paz, otra vez, comenzará el camino hacia lo que quizás, alguna vez pasará y volveré a aprender a nunca creer en ello.
Pero aunque nada de eso se completó, si aprendí algo, nunca creer en lo que se supone que pasará, porque en un día, las puertas se cierran, las lágrimas solo caen, la risa no existe, el silencio es eterno y no hay respuestas...de nada.
