Sentada, en una camilla del hospital, viendo la vida de los demás pasar, pasar y pasar. Risas y llantos. Bienvenidas y adioses. Le tocaba ver siempre desde su eterna camilla. Con el suero pegado, y los parpados cerrados. Al principio la saludaban, luego se acostumbraron. Su presencia tranquila. Su eterna agonía y compañía. Si alguien le hubiese preguntado, prefería el interruptor apagado.

Y no estaba tan equivocada, porque la historia se repite, se repite, y se vuelve a repetir... Y ya no sé si quiero seguir aquí. No sé si quiero volver a vivir lo mismo, el resto de mi vida, como un ciclo inquebrantable entre estar y no estar, sentir y no sentir, creer y desconfiar. Me cansa.

Me duele un poco
Un poco mucho quizá
Ver el tiempo pasar
Y sentir todo igual

Yo mil veces corriendo
Yo mil veces latiendo
Tú ahí tan seguro
Yo aquí echa un marullo

Duele un poco
Pero no tanto (digo)
Si al final sé que pasará (pienso)
Pero sigue todo igual

A veces dejo mi ego atrás
Me pregunto
¿Cuándo tú lo harás?
Lloro

A veces duele un poco más
Buscar, buscar, como si fuera yo
La única interesada entre tú y yo
A veces sí que duele más

Me pregunto
¿Por qué tan seguro?
El dolor también espanta
También aleja el amor

A veces duele profundo
Y creo que es siempre la misma grieta
Abriéndose un poco más
Esperando ver algo que no llegará

Me pregunto
¿Por qué tengo que llorar?
Me pregunto
¿Por qué tengo que llamar?

A veces escribo un poco más
A veces te escribo a ti igual
A veces te llamo tres veces
A veces, tu contestas

Me pregunto
¿Dónde está tu interés?
Debe estar muy ocupado
(Me digo)

Entonces, a veces,
me pregunto
¿Tan molesta soy yo?
Que tiempo no hay para mi

A veces pienso que son cosas mías
Como las veces que dice
Que yo imagino cosas
A veces le creo

Últimamente ya no
He buscado pruebas
De su presencia
Y sólo me veo a yo

A veces me pregunto
¿Será que murió el amor?
Quizá soy sólo yo
La que se quedo atrás

Soy yo.
Esperándo en una banca
Soy yo
Recordando las llamadas

Soy yo,
Viendo como me hablaba
Soy yo
Con recuerdos

Son recuerdos
Son recuerdos

Eternos recuerdos
Espero, y espero
Y llamo, y escribo
No sirve de nada

Yo sé que se fue
Entre los dos
Quedo sólo mi amor

Él ya se fue

Me gustaría que hubiesen más amores eternos. 
Creer que en el futuro, cuando él se vaya a trabajar, podré robarle el mismo beso que le robo ahora antes de que se vaya a estudiar.
Retenerlo con una fuerza no física, ni mental, en mis brazos un rato más antes de que se vaya a lo que sea que importe más... o menos, pero que sea una responsabilidad.
Pensar en que seguiremos duchándonos juntos y alargando las horas bajo el agua como si el baño fuera una máquina del tiempo donde nada importa. 
Que cada día juntos sea una aventura maravillosa, donde podamos sentirnos libres de amarnos como queremos, a pesar de la edad que tengamos.

Me gustaría que si tuviésemos hijo(s) estos sintieran en el aire que sus padres se aman y respetan. Que el amor sí existe, que sí puede ser eterno, que se palpa en el aire.
Encantador sería vivir así, rodeada de amor y pequeños gestos.
Para nada sería una rutina, sería una bendición.

Me gustaría que las personas entendieran que para mi, la vida sin amor no tiene sentido.
¿Con qué ganas me levantaría a estudiar o a trabajar, o simplemente a vivir cada mañana?
Sin amor no hay nada, y con mal amor, hay menos que nada.

Me encantaría que todas las personas encontraran a su amor. 
A su media mitad. A su alegría. A la fuerza de su corazón. A la persona que le da sentido a sus vidas,
A la que extrañan, a la que tiene el poder de deprimirlos, enojarlos o hacerlos inmensamente felices con sólo una palabra.

Me gustaría que el mundo estuviera lleno de amor del bueno. Y no de corazones rotos.
Pero sé que el amor va circulando de persona en persona. 
Avanzando y contagiando; y si yo amo felizmente, más personas confiarán en el poder del amor.
El poder espacial, eterno, elemental, curativo, discordante del amor.
Que puede unir a dos personas muy diferentes, y hacerla una sola gran persona.

Tú boca sinuosa que a veces se enoja
Tus manos, pesadas que siempre me atrapan
Tus ojos, profundos y llenos de orgullo
Tú gran corazón que llevas tan dentro

Motivos sobran, motivos se escapan
Para atreverme a entregar aún más mi alma
Aunque si tu cerebro no fuera de hierro
Más fácil sería caer en la fantasía

Tú pecho galopa por sobre mi pecho
Tus manos viajan por nuestros cuerpos
Si es de día, se mantienen en lejanía
Pero de noche disfruto la agonía

Miradas que arrojan nuestra unión
Íntima, profunda y llena de amor,
Profesan tus labios sobre mi boca
Los cobardes no se enamoran


Tus manos enredan todos mis cabellos
Tu manos rehaciendo todo mi universo
Mis manos modelan nuestros cuerpos
Tu cuerpo y el mío prometen amor eterno