¿ Cómo fue que duró tan poco? Parecía haber vuelto a la normalidad. Las noches volvían a ser estrelladas, y los días, aún nublados, iluminaban. La mente, poco a poco, volvía a alejarse, de recuerdos, heridas, pedazos de humo, pero el corazón, aunque se esforzaba, volvía tortuoso a recuerdos penosos. Ella volvía, ella se apoderaba, y en sus palabras se notaba, ella celaba cada momento para atacar; ella, sí, aquella inseguridad tortuosa fundada en el pasado; la que no permitía a sus ojos vivir disipados.
¿Por qué, justo cuando todo era hermoso ? Dicen que el temor ataca en los mejores momentos, entonces, debería suponer que este era el mío. Los pies no están tibios, la vida no es amena, porque sufro, temo y no lucho.. (¿será?). ¿Ven?, la inseguridad es constante, latente, siempre presente, el pasado asoma, como una sombra en la oscuridad, la única diferencia, es que las sombras siempre vivirán cuando no haya luz, y la inseguridad, solo puedo vencerla con esa luz propia, que supongo tengo, porque todos los demás tienen.
¿Cómo encontrarla, si aún habiéndola buscado por años, no lo he logrado? Quizás, no es que esté oculta, ni mucho menos, quizás el hecho simple, es que estoy cansada y cegada, que me aburrí de buscarla, que me frustré al no conseguir nada y seguir derramando lágrimas.
¿Me acostumbré a andar siempre con la nube en la cabeza y gotas en las pestañas? Quien sabe, algunos me han dicho que me actitud es de víctima, porque así, consigo lo que quiero; y otros que han dicho que me falta algo en la cabeza; y otros que simplemente dicen que no tengo nada malo, solamente, que debo esforzarme más en mejorar aquellas fallas y sutilezas.
No sé si me importa todo o nada de lo que dicen, pero si sé, que para poder ser feliz, tener una "vida plena" y que los demás disfruten de mi compañía.... debo mejorar, dejar de estar ciega, de poner la mano, de buscar la quinta para al gato. Debo tomar el iris ajeno, y mirarme desde ahí, con sus pensamientos, mirarme desde afuera, y destapar ese velo que creo llevar frente al mundo, pero que nadie ve a excepción de mi, ese que solo tú logras que me quite.
¿Por qué, justo cuando todo era hermoso ? Dicen que el temor ataca en los mejores momentos, entonces, debería suponer que este era el mío. Los pies no están tibios, la vida no es amena, porque sufro, temo y no lucho.. (¿será?). ¿Ven?, la inseguridad es constante, latente, siempre presente, el pasado asoma, como una sombra en la oscuridad, la única diferencia, es que las sombras siempre vivirán cuando no haya luz, y la inseguridad, solo puedo vencerla con esa luz propia, que supongo tengo, porque todos los demás tienen.
¿Cómo encontrarla, si aún habiéndola buscado por años, no lo he logrado? Quizás, no es que esté oculta, ni mucho menos, quizás el hecho simple, es que estoy cansada y cegada, que me aburrí de buscarla, que me frustré al no conseguir nada y seguir derramando lágrimas.
¿Me acostumbré a andar siempre con la nube en la cabeza y gotas en las pestañas? Quien sabe, algunos me han dicho que me actitud es de víctima, porque así, consigo lo que quiero; y otros que han dicho que me falta algo en la cabeza; y otros que simplemente dicen que no tengo nada malo, solamente, que debo esforzarme más en mejorar aquellas fallas y sutilezas.
No sé si me importa todo o nada de lo que dicen, pero si sé, que para poder ser feliz, tener una "vida plena" y que los demás disfruten de mi compañía.... debo mejorar, dejar de estar ciega, de poner la mano, de buscar la quinta para al gato. Debo tomar el iris ajeno, y mirarme desde ahí, con sus pensamientos, mirarme desde afuera, y destapar ese velo que creo llevar frente al mundo, pero que nadie ve a excepción de mi, ese que solo tú logras que me quite.